sábado, 9 de agosto de 2008

con esa facha ¿a dónde vas?

"En la mesa de al lado había un hombre de unos setenta años; con el pelo blanco muy largo, casi hasta los hombros; muy desprolijamente peinado y vestido. Lo miré sólo porque el estado de sus zapatos-resquebrajados, sucios-desentonaba con el resto de su ropa, y por un momento me distraje considerando la idea de que uno empieza realmente a envejecer cuando descuida el estado de sus zapatos más que de cualquier otra cosa, como si empezara a envejecer desde abajo, y de pronto me dijo:
- ¿Sabe cómo fue que enloquecí yo?
- ¿Perdón?
- ¿Sabe cómo fue que enloquecí?
-Mire qué simple- dijo- una noche tuve un sueño y no pude salir más de ahí."
Era el cielo. Sergio Bizzio.

Las medias suelas gastadas, las tapitas de los zapatos de taco hechas flecos, el cuero sintético que demuestra que no es cuero, la carencia de una pomada, los cordones de las zapatillas deshilachados, las ojotas estiradas, una leve rajadura en la punta de una bota, un mocasin estirado, una sandalia descolorida, un par de botines agrietados, un par de chinelas sucias.

El hombre envejece desde el tronco para abajo, dice Leonardo Favio.

¿Dónde se hace visible el paso del tiempo que nos convierte en carnaza común?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mi los años se notan en las manos, porque ahí no te podes hacer ninguna cirugía!!! Lo único que te queda es pasarte baba de caracol que es buenísima para todo!!! Bueno, eso decía la publicidad... ¿Porqué será que ya no está más en el aire?
Un amigo de un amigo me contó que conoció a uno de los peinadores de la Chiqui, y que le dijo que es re jodido peinarla ya que en la cabeza tiene un montón de cicatrices producto de las múltiples cirugías que tiene la señora en la cara...

Arielus

Anónimo dijo...

Tengo un par de zapatos que me compre para el casamiento de un amigo en 1995, no se si soy viejo o me estoy volviendo loco, alguien me lo puede aclarar?
Matias

peter peters dijo...

Es verdad, en los hombres se envejece de abajo hacia arriba. Comienza en los zapatos y sigue, como dice el Tato Pavlosvky, en las rodillas y más tarde en los genitales. Hasta llegar quien sabe donde. En las mujeres se envejece de arriba hacia abajo. En la cara, en los senos, en el abdomen, en las piernas, hasta llegar quien sabe donde. Aunque todo sepamos inexorablemente donde se llega.
Felicitaciones por este post.

Juan Marin